pero ardiendo en ansias de entreabrirse a la brisa.
Así es como debes avanzar entreabriendo tu alma a lo eterno.
Pero lo eterno debe desarrollar tu fuerza
y tu belleza y no el deseo de crecimiento.
En el primer caso creces con la lozanía de la pureza
y en el otro te endureces
con la avasalladora pasión de la importancia personal.
(Yogui Kimacharaka)
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