Acércate a mí… Coge mi mano. Cierra tus ojos y aspira mi esencia divina. Mi resplandor de amor te llena de la misericordia de Dios. Apoya tu cabeza en mi corazón… absorbe luz… mucha luz… fulgores celestiales, emanaciones virtuosas, estallidos de paz, de abundancia, de salud y de felicidad. Hoy he llegado a tu vida con todo…
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Todas las bendiciones son hoy para ti. Para tus acciones traigo Armonía, Nobleza para tus anhelos, Pureza para tu mente, Dulzura para tus palabras y Amor para transformar tu vida. Traigo muchísimas cosas más.
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Y la Gracia… es para coronar todo. El toque final para que transmitas lo que hoy te doy. Para que puedas compartir y repartir, combinando bondad, piedad y dignidad.
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Ahora… sigue apoyado en mí. El Ángel de la Fortuna tiene para ti un regalo especial. ¡Te va a encantar! Te amo profundamente, y junto con un suspiro de amor deposito un tierno beso angelical en tu frente.
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