Imaginemos que seres de luz como las hadas, los ángeles y los duendes nos escriben una carta con frases inspiradoras de amor por nuestro organismo, por nosotros mismos, por aquellos que nos rodean y por el planeta que nos acoge. Podemos leerla en voz alta en postura de meditación con el corazón lleno de fe. Crearemos un campo de energía con la vibración de nuestras palabras que llegará a su destino:
"Abrazo el corazón de cada una de mis células y les agradezco infinitamente el buen papel que siempre han desempeñado en mi organismo.
Me adentro en sus acciones, en su perfecta coordinación, movidas por la poderosa fuerza del amor en sí mismo.
Ese amor es ahora el que se hace presente y crece en todas mis acciones, y el que crea milagros a mi alrededor.
Envío legiones de ángeles, hacedores del amor, para que lo multipliquen y lo trasladen allá donde sea más necesario.
Decreto que las lágrimas del sufrimiento se sequen y que los corazones rebosen alegría y esplendor emocional.
Siento a cada una de mis células como seres perfectos que irradian luz y entendimiento, y me que mantienen en un estado de perfecta salud.
Desde este estado de equilibrio, envío renovación y quietud al planeta con el convencimiento de que ya está hecho."
Autora: Maria Jesus Verdu.
Muchísimas gracias por publicar esta meditación de mi autoría.
ResponderEliminarRealmente tu blog es un lugar de aoogida para todos los que te visitamos, escribimos y creamos.
Gracias por la labor que estás llevando a cabo con tu espacio virtual espiritual, Rosa, y que este 2011 te aporte todo lo que tu corazón necesita
Te dejé un agradecimiento en mi blog en este enlace:
ResponderEliminarhttp://zonailuminada.blogspot.com/2011/01/agradecimientos.html